Nació en el Distrito Federal y vivió toda la infancia y adolescencia en Ojo de Agua, Tecámac, un municipio del Estado de México. De niño practicó karate y sus padres le inculcaron que, ganara o perdiera, lo importante era luchar hasta el final. “Eso me ha ayudado en todo, no sólo en el ámbito académico”. Los deportes siempre han estado en su vida. De ellos aprendió las recompensas de la disciplina. Después de practicar durante años estas artes marciales y, además, futbol, comenzó a correr. Cuando se prepara para alguna competencia, corre todos los días muy temprano antes de ir al Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ). El año pasado participó en un maratón en Dallas, el “Big D Texas marathon” y llegó en el segundo lugar de su categoría (30 a 35 años).
En la preparatoria, Armando Miguel tuvo extraordinarios maestros de Geometría analítica y de Cálculo, y ahí supo que su vocación era científica. Estudió la licenciatura en física y matemáticas con especialidad en Ingeniería Nuclear, en la Escuela Superior de Física y Matemáticas (ESFM) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y una cosa llevó a la otra. “Edmundo del Valle Gallegos fue uno de mis grandes maestros. Él me llamó como becario y participé en sus proyectos. Entonces decidí iniciar la maestría en Ciencias con especialidad en Energía Nuclear y, bajo su tutela en esos dos años de maestría, aprendí muchísimo. Ahora el doctor Edmundo y yo trabajamos juntos en varios proyectos. Él fue muy importante en mi vida académica”.
Armando Gómez Torres obtuvo el grado de maestro en Ciencias con especialidad en Ingeniería Nuclear, con mención honorífica, en 2003, a la edad de 24 años. Nadie, en los años que tenía de existir esa maestría con esa especialidad, había obtenido esa distinción.
Doctorado en Europa
Después de terminar la maestría, en octubre de ese mismo año lo contrataron en el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ). Poco después, en 2008, obtuvo una beca que otorga el gobierno alemán (DAAD) para hacer el doctorado en la Universidad Técnica de Múnich (TUM), en conjunto con el Instituto de Física de Reactores y Tecnología Nuclear del Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT). “Fue en este último donde desarrollé todo mi tema de tesis. Tuve la gran suerte de llegar justo en el momento en el que había un proyecto europeo muy grande (que, por cierto, continúa): crear una plataforma de códigos de análisis de reactores nucleares. Una de mis tareas fue acoplar dos códigos alemanes. Esto me abrió muchas puertas, ya que había varias instituciones europeas involucradas”. Así conoció los principales laboratorios e institutos de investigación nuclear europeos.
La disciplina, una vez más, dio frutos. En 2011, a la edad de 32 años, Gómez Torres recibió el título de doctor Magna cum laude en Ingeniería, en TUM.
Regreso a México: AZTLAN Platform
Gómez Torres es el líder del proyecto AZTLAN Platform, que consiste en el desarrollo de una plataforma mexicana para el análisis y diseño de reactores nucleares. El objetivo de su proyecto es dar un paso muy importante rumbo a la independencia de cálculo y análisis de reactores nucleares y poner a México, en el mediano plazo, en un nivel internacional competitivo. En este proyecto se modernizan, mejoran e integran los códigos y metodologías de cómputo propios en una plataforma mexicana integrada, desarrollada y mantenida por expertos mexicanos para beneficio de las instituciones mexicanas. “Uno de mis sueños era tener a los principales actores nucleares de México trabajando juntos”. Con este proyecto, que recibió el apoyo del Fondo de Sustentabilidad Energética-Conacyt-Sener, logró sumar los esfuerzos de científicos del ININ, la UNAM, la UAM y el IPN.
[bctt tweet=»“Uno de mis sueños era tener a los principales actores nucleares de México trabajando juntos”.»]Otra de las grandes metas del proyecto AZTLAN Platform es la formación de recursos humanos altamente capacitados que puedan hacer frente a la expansión nuclear en puerta: los tres nuevos reactores que entrarán en operación a finales de la siguiente década. En AZTLAN hay aproximadamente 20 jóvenes becarios, algunos de licenciatura, la mayoría de maestría, otros de doctorado. “La idea es que estos jóvenes no sólo tengan la capacidad de usar un código, como normalmente se hace. El objetivo es que participen en el desarrollo de las herramientas; para ello, deben comprender muy bien el fenómeno físico, tener un buen conocimiento de matemáticas para poder implementar algoritmos de cómputo que simulen este fenómeno físico, y deben ser capaces de hacer un análisis muy claro de los resultados que obtienen. Cuando un joven se involucra en el desarrollo de un programa, se fortalece toda esa parte de conocimiento”.
Gómez Torres afirma que “la meta más grande es tener a la plataforma AZTLAN compitiendo a nivel internacional. Hacia allá vamos”.
Intercambios académicos
Y sus alumnos también van para allá. Recientemente el doctor Gómez Torres promovió la firma de un convenio entre el ININ y el KIT y, como resultado, dos de sus becarios han hecho estancias de investigación de un semestre en esta institución alemana. De igual forma, se están estrechando los lazos con Francia y Estados Unidos. Para él es muy importante “fortalecer las relaciones académicas con la Unión Europea y Estados Unidos porque no podemos trabajar aislados. Tenemos que ver cómo se mueve el mundo y elegir las mejores prácticas para tratar de alcanzar los grandes desarrollos que ya existen”.
Intensa participación en el gremio nuclear global
Gómez Torres fue miembro fundador de la Asociación de Jóvenes por la Energía Nuclear en México (AJENM), de la que fue presidente desde su fundación, en 2003, hasta 2008. Durante seis años representó a México en la North American Young Generation in Nuclear (NAYGN), y en el International Youth Nuclear Congress (IYNC).
Por si fuera poco, este joven y destacado científico es presidente de la Red Mexicana de Educación, Capacitación e Investigación Nuclear (Remecin) y forma parte de la Sociedad Nuclear Mexicana (SNM), en la que ha sido integrante de la mesa directiva varias veces.