Según el reporte “Renewable Energy in Cities 2016”, de la Agencia Internacional de Energía, “existen más de 600 códigos y estándares de construcción que varían en exigencia de aplicación”. Hoy son muchos los gobiernos de países que han decidido dejar de sugerir estándares de sustentabilidad a los constructores de los edificios, para volverlos códigos de ley. Éstos son los casos más rigurosos que se han promulgado en el mundo, algunos referidos también en el artículo de Gaelle Gourmelon para el World Watch Institute (septiembre, 2016):
- El gobierno francés, en 2016, decretó que todos los edificios comerciales deben tener, mínimo, un tercio de sus azoteas cubiertas de vegetación o de paneles solares.
- Ciudades como Portland (Oregon, EU) y Vancouver (Canadá) han establecido que toda nueva construcción pública esté certificada con la etiqueta LEED Oro, es decir, que los edificios deben generar un mínimo del 40% de su energía y su agua, entre otras cosas.
- En China, Brasil y España los gobiernos han legislado porque los nuevos edificios, comerciales o domésticos, estén equipados con calentadores solares.
- Dinamarca determinó que todos los edificios comerciales existentes deben ser de bajas emisiones (Nearly Zero Energy Building) para 2020.
- El estado de California (Estados Unidos), dispuso un código estatal para que todo nuevo edificio tenga un 15% de espacio libre en su azotea para instalación de paneles solares.
- En la ciudad de Tokio (Japón), se ha iniciado un programa para instalar 22 megawatts de paneles solares en edificios públicos, con el fin de obtener un 30% de energía limpia para el inicio de las Olimpiadas de 2020.