El arquitecto francés Jacques Rougerie ama tanto el mar que diseñó una ciudad flotante con la forma de una mantarraya, en la cual sus habitantes puedan realizar investigaciones sobre el océano y sus misterios. Esta ciudad está pensada para ser 100% autosustentable. Rougerie, el autor de este bosquejo, dijo que en la Ciudad de Mériens (como se llamará esta urbe acuática) no se consumirán combustibles fósiles: toda la energía para abastecer sus instalaciones vendrá de un sistema de energía del océano, gracias al movimiento natural del mar y sus olas. Su laguna interior dará la bienvenida a los buques que realizan investigación oceanográfica, incluyendo su buque SeaOrbiter, que se encuentra actualmente en construcción. La ciudad-mantarraya medirá 3 mil pies de largo (unos 914 metros) por 1,600 (casi 490 metros) de ancho y podrá albergar a 7 mil investigadores, profesores y estudiantes. De llevarse a cabo este ambicioso proyecto futurista, la ciudad flotante estará equipada con laboratorios, aulas, viviendas y espacios para actividades de ocio y deportes.
