Los sistemas para generar electricidad gracias al oleaje no son nuevos, pero su desarrollo ha sido un proceso largo de tanteo y espera, aunado a los elevados costos de producción. Uno de los dispositivos más recientes está por probarse en playas de Yucatán y Quintana Roo, y tiene la doble virtud de producir electricidad gracias a las olas del mar, y de proteger el ecosistema de la playa. “Además, su producción y mantenimiento son de bajo costo”, asegura el líder del proyecto, el doctor Rodolfo Silva Casarín, del Laboratorio de Costas y Puertos, del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

La idea original surgió en Ensenada, Baja California, donde Silva Casarín observó un fenómeno conocido como La Bufadora, que consiste en el choque de las olas contra una cueva que genera chorros de agua, los cuales se elevan a más de 10 metros de altura y produce un rugido muy particular. Después de realizar pruebas en su laboratorio, el científico construyó una estructura tubular de aluminio a la que adaptó turbinas tipo Pelton, que son movidas por el oleaje a cinco metros bajo el mar (es un sistema de poleas y cucharas similar al pedaleo de una bicicleta) y, gracias a un generador, producen 99.5 KW/m (KiloWatts por metro de ola) de energía eléctrica, cantidad que se va almacenando en una celda de hidrógeno. No importa cómo sea el movimiento de las olas, siempre se estará produciendo energía. El doctor Silva Casarín espera conseguir inversionistas públicos y privados para esta tecnología y así producirla y adaptarla en varios puntos del país. Afirma que con ella podría generar electricidad en hogares costeños e, incluso, en plataformas petroleras.

Fuente: www.cyd.conacyt.gob.mx

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