El primero de junio de 2016, México lanzó la primera convocatoria del Premio Prodetes para apoyar la innovación en tecnologías de energía limpia. Con 3.5 millones de dólares y convocado por la Secretaría de Energía (Sener), con apoyo del Banco Mundial (BM) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), este concurso identificó, entre 102 propuestas (contando únicamente las que terminaron el registro), las cinco mejores en el ámbito de las energías renovables, eficiencia energética y bioenergéticos.
El objetivo de este premio, como se definió desde la convocatoria, es incentivar la comercialización de tecnologías innovadoras, sin importar si proceden del sector privado, de instituciones de educación superior o de centros de investigación.
El 6 de diciembre de 2016 se dieron a conocer los cinco proyectos ganadores en las categorías Oro (un premio); Plata (dos premios) y Bronce (dos premios). El premio de la categoría Oro, con 2 millones de dólares, fue para la empresa ProfTech Servicios, en asociación con el Centro de Tecnología Avanzada (Ciateq); los de Plata, con 500 mil dólares para cada uno, fueron para la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), y el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (Cideteq); y los de Bronce, con 100 mil dólares para cada uno, fueron para las empresas Todo Pellet y PMT Grupo Industrial.
Del laboratorio a la Industria
El representante técnico del proyecto que se impuso en la categoría Oro, el doctor Carlos Rodolfo Díaz Díaz (de ProfTech Servicios), dijo sentirse honrado por haber ganado, y que este premio “es una buena oportunidad para trabajar por México y lograr un producto con base tecnológica que ayude a desarrollar nuevos productos tecnológicos para nuestro país y que catapulten su economía”. Su proyecto “Planta de generación de energía eléctrica por medio de dióxido de carbono supercrítico, aprovechando energía solar y calor residual” escalará una planta de generación eléctrica de 35 kW a 1 MW y estará en funcionamiento dentro de dos años.
Líneas de acción
Los recursos que se otorgaron a través de los premios buscan apoyar dos líneas de acción: esquemas de pruebas de concepto y esquemas de Comercialización Colaborativa de Energías Limpias (CCEL). Los premios que apoyaron a los esquemas de Prueba de Concepto estaban dirigidos a Pequeñas y Medianas Empresas (PyME), emprendedores y filiales académicas. Los premios en el esquema CCEL buscaron estimular la comercialización de la tecnología a través de la colaboración entre la academia y la industria, enfocándose en empresas interesadas en desarrollar productos o procesos innovadores con la participación de un investigador de alguna universidad mexicana o centro de investigación. En uno u otro esquema, los proyectos seleccionados debían tener capacidad adecuada para la gestión del proyecto; algún tipo de co-financiamiento, potencial de innovación, potencial del mercado, y viabilidad técnica, económica y financiera.
El MIQ. Alejandro Méndez, director ejecutivo de Comprimidos de Biomasa Todo Pellet, declaró: “Para nuestra empresa, el Premio Prodetes es el empuje requerido para salir al mercado nacional con la producción 100% mexicana de pellets a partir de biomasa residual, maquinaria pelletizadora fija y móvil, así como quemadores de pellets para uso doméstico, comercial e industrial. El premio nos permitirá escalar nuestra producción piloto en nueve veces, producir de forma automatizada y alcanzar, así, una etapa semicomercial. [Es] un paso, fundamental para que, como empresa, aumentemos nuestro impacto a nivel nacional, pasando de un estado de la república a toda la región centro del país, de un sector económico (ladrilleras) a una infinidad de sectores (comercios y negocios con hornos, estufas, calderas, secadores y calefacción)”.
Pasos hacia la creación de empleos
Todo Pellet, también ganador en la categoría Bronce con el proyecto “Máquina Pelletizadora móvil y quemador de alta eficiencia para micro, pequeñas y medianas empresas”, podría generar en cada planta de producción de pellets (con una producción de 10 a 40 toneladas mensuales) hasta 10 empleos, cuatro directos y seis indirectos. Para que sea factible instalar una planta de esa capacidad, se requieren únicamente los residuos que se generen anualmente en cerca de 200 hectáreas de cultivos agrícolas o cultivos forestales en un radio menor a 20 km (equivalente a menos del 1% del territorio comprendido en ese radio). “Tan sólo en Guanajuato, se pueden construir más de 150 plantas para operar con los esquilmos agrícolas que hoy en día se queman al aire libre. Una situación similar se presenta en todos los estados de la república, por lo que es posible generar en todo el país por encima de los 40 mil empleos dedicados 100% a la cadena de suministro, producción y consumo de pellets. Todos estos empleos serían creados en sectores rurales de alta marginación, que permitirían la diversificación de los productos agrícolas y que los agricultores no sólo dependieran de los precios castigados para los granos”, afirmó Méndez.