En el planeta existen diversas zonas que tienen alto potencial para la producción de energías renovables; pero, para conocerlas, es inevitable visitar físicamente esos lugares y realizar un análisis a profundidad para estimar la tecnología a utilizar, así como los montos de inversión. Eso puede cambiar muy pronto, gracias al Big Data, concepto que hace referencia al almacenamiento de grandes cantidades de datos en los servidores de todo el planeta y a los procedimientos usados para encontrar patrones dentro de esa información.
Haciendo uso del Big Data, se creó un simulador en línea, desarrollado por la International Renewable Energy Agency (Irena), en colaboración con el Instituto Masdar de Ciencia y Tecnología, y ValBiom, el cual ofrece a los usuarios la capacidad de estimar los rendimientos potenciales de la bioenergía producida en cualquier parte del mundo.
Irena estima que hay 1.4 mil millones de hectáreas de tierras arables no utilizadas disponibles para la creación de fuentes de bioenergía: cultivos, bosques, residuos orgánicos y residuos de ganado. Identificar y averiguar cómo utilizar esta cantidad limitada de espacio de manera eficaz y eficiente era todo un reto… hasta ahora.
El software utiliza un extenso conjunto de datos y la plataforma Global Atlas de Irena para identificar y analizar, en poco tiempo, cualquier zona del mundo. El programa se basa en datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y del Banco Mundial sobre la productividad de la tierra, y el consumo de hogares y automóviles en todo el mundo.
El simulador consta de cuatro módulos, divididos por la fuente de bioenergía propuesta. Las fuentes incluyen: Cultivos, con 16 tipos de ellos; Residuos agrícolas, incluidos 28 tipos; Residuos de ganado, con nueve abonos de animales diferentes; y Plantaciones forestales, que incluye 52 especies de árboles.
Una vez elegida una fuente, el usuario selecciona uno de los 24 procesos de producción para el desarrollo de la bioenergía, cubriendo seis tipos de biocombustibles en estados líquido, sólido o gaseoso, y 13 tipos de tecnologías de conversión de biocombustibles.
Finalmente, tres resultados bioenergéticos permiten al usuario personalizar los resultados para mostrar su relevancia en el transporte local, la calefacción y el consumo de electricidad. Dependiendo del módulo seleccionado, las métricas (como las condiciones de lluvia, la densidad de la madera y los rendimientos de los cultivos) se pueden ajustar de forma interactiva.
Basándose en el ámbito geográfico de investigación de un usuario, el software propone los cultivos o residuos adecuados a las condiciones agroecológicas locales e identifica factores clave de productividad. Informa, además, sobre los posibles problemas relacionados con la producción de bioenergía, como densidad de población, áreas protegidas y escasez de agua.
Los creadores de este programa instan al público (sobre todo a los investigadores, productores y emprendedores) a probar el simulador en esta liga y rellenar el formulario disponible en la sección de resultados.
Otro software parecido se desarrolló, el año pasado, bajo la responsabilidad de EverVest, una empresa que nació en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). El programa fue dado a conocer por Proyecto FSE en noviembre de 2016. Esa compañía desarrolló una plataforma online que genera un análisis rápido y detallado del flujo de efectivo y los riesgos financieros para proyectos de energías renovables en cualquier lugar del mundo.
Al parecer, internet y el Big Data son grandes aliados para el impulso de la producción de energías renovables.