Científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT) desarrollaron una batería de “respiración de aire” que podría almacenar electricidad durante periodos muy largos, por aproximadamente una quinta parte del costo de las tecnologías actuales, con restricciones mínimas de ubicación y cero emisiones. Esta batería podría usarse para lograr que la energía renovable, que es esporádica, sea una fuente más confiable de electricidad para la red de una ciudad o un país.
“Esta batería, literalmente, inhala y exhala aire, pero no exhala dióxido de carbono, como los humanos: exhala oxígeno”
La pila de respiración de aire se explica así: para su ánodo, esta batería de flujo recargable utiliza azufre abundante y barato disuelto en agua. Una solución de sal líquida oxigenada en el cátodo absorbe y libera continuamente oxígeno, que equilibra la carga a medida que los iones se transfieren entre los electrodos. El oxígeno que fluye hacia dentro del cátodo hace que el ánodo descargue electrones a un circuito externo. El oxígeno que sale envía electrones de regreso al ánodo, recargando la batería.
“Esta batería, literalmente, inhala y exhala aire, pero no exhala dióxido de carbono, como los humanos: exhala oxígeno”, dice Yet-Ming Chiang, profesor de Ciencia e Ingeniería de Materiales del MIT y coautor de un artículo que describe la batería en la revista Joule.
El costo químico total de la batería (el precio combinado de los materiales de cátodo, ánodo y electrolito) es aproximadamente 1/30 parte del costo de las baterías tradicionales, como las de iones de litio. Los sistemas avanzados podrían usarse para almacenar electricidad a partir de energía eólica o solar por varios días o por temporadas completas.
Venkat Viswanathan, profesor de Ingeniería Mecánica en la Universidad Carnegie Mellon (quien estudia los sistemas de almacenamiento de energía), conoció el proyecto y, al respecto, comenta que “es un nuevo concepto, creativo e interesante, que podría ser una solución de bajo costo para el almacenamiento en red. Las baterías de litio-azufre y litio-aire existen hoy en día, pero la innovación clave de la investigación del MIT es combinar los dos conceptos para crear una batería de menor costo, con eficiencia y densidad de energía comparables”.
El prototipo de pila de respiración de aire es actualmente del tamaño de una taza de café, pero las baterías de flujo son altamente escalables. Los científicos del MIT aseguran que este tipo de tecnología es muy viable para almacenar electricidad de fuentes de energía eólica y solar porque la producción de ambas es intermitente y, al no ser tan predecibles, se requiere de mayor almacenamiento.